La tripulación de Spearhead se ha marchado en su última misión, para no volver nunca a casa. ¿Qué les espera fuera de las fronteras de su hogar?

Lena tiene a sus órdenes a un nuevo escuadrón y su costumbre de apoyar a los Eighty-Six le ha hecho ganarse una reputación peculiar. Mientras ella hace enojar a sus superiores con sus decisiones, Shin y el resto han sido rescatados por Guiade...

Los Legion lanzan un ataque a gran escala contra varios países y estos se defienden como pueden. Por suerte, Shin y sus compañeros ya previeron todo y pueden actuar cuanto antes, pero ¿qué sucederá con la República de San Magnolia?

Aún persiguiendo a Morpho, Shin comienza a dudar de sus propios motivos para seguir adelante y sus compañeros intentan hablar con él, pero parece que ha vuelto a ser tan retraído y solitario como lo era antaño. Poco a poco los vínculos forjados por los Eighty-Six gana importancia y todos parecen coincidir en algo: deben vivir.

Shin sigue avanzando sin descanso hacia Kiriya, pero sus compañeros van quedando atrás poco a poco.

Shin, sus amigos y Frederica regresan a la casa de Ernst para celebrar su segunda fiesta de la Noche del Santo Nacimiento, donde aprovechan la oportunidad para disfrutar de sus pasatiempos. Al llegar a la Federación, Lena es presentada a los miembros de la fuerza móvil independiente que ahora lidera, y se sorprende y se alegra de saber finalmente que Shin y sus amigos todavía están vivos. Ahora que están reunidos, Lena promete luchar contra los Legion codo con codo con Shin.