La sargento Paula Elgueta, destinada en misión de Paz en Guinea Ecuatorial, recibe una angustiosa llamada del sargento primero Hugo Reyes, su prometido. Éste cuelga de forma abrupta. Al día siguiente, recibe la noticia de que se ha suicidado. Paula sabe que eso es imposible. A Hugo le han matado. Criticada por el resto del contingente por no acompañar al féretro de Hugo a España y por su supuesta relación amorosa con su superior, el teniente Alfredo Cuesta, intentarán hacerle la vida imposible. Pero la sargento Elgueta es dura de roer. No se detendrá hasta saber la verdad; Pronto descubrirá que esa verdad oculta otra aún más terrible: la de la muerte de dos niñas de Bonaki.

La sargento Elgueta continúa su búsqueda para averiguar quién es el asesino de Hugo. El soldado Trujillo le da una pista, ya tiene por dónde empezar a buscar. Parece que la muerte de María, una niña local, tiene algo que ver con el caso: el responsable está dentro de su contingente, es uno de sus compañeros. El sargento primero Moreno, amenaza a Paula con que no hable más de la cuenta y mantengan su pacto: no contar lo que realmente les sucedió en el desierto de Falat. Aquello de los que ninguno de los tres ha vuelto a hablar y ha marcado sus vidas para siempre.

Descubren el cadáver del padre de la niña desaparecida en el río. Podría ser una muerte casual, pero todo indica lo contrario. Ese hombre dijo saber cosas sobre el sargento primero Hugo Reyes, y poco después aparece muerto, con el cuello roto, como Hugo. Ese suceso lleva a la sargento Elgueta y al teniente Cuesta a seguir investigando. Entre tanto, Paula sigue recibiendo amenazas e intimidaciones por su relación con Alfredo, pero nadie sabe la verdadera naturaleza de esa relación: pura y genuina amistad. Alfredo estaba enamorado de alguien muy distinto: Hugo.

Paula aprovecha cada minuto para escaparse de la base militar y seguir buscando pistas. Cada vez está más cerca de destapar quién es el asesino. El descubrimiento de una fotografía reveladora de Hugo le ayudará enormemente a esclarecer los hechos. Unos hechos turbios que implicarían a parte de sus compañeros y que ensuciarían el buen nombre de las fuerzas de paz. Manuel, el profesor del pueblo, le ayudará en esta labor. Los sentimientos entre ellos ya son difíciles de ocultar, aunque ambos se niegan a dejarse llevar. Nacho empieza a temer que la situación se les vaya de las manos. Los terribles recuerdos sobre lo sucedido en el desierto de Falat lo atormentan del mismo modo que la muerte de su amigo Hugo… Mientras, un compañero revela una terrible verdad a Elgueta: Manuel fue pirata.

En una misión de rescate en el antiguo secadero de café, Paula resulta herida por un francotirador. En el hospital, recibe la visita de Dolores, la asistenta social de Bonaki, que le aclarará a Paula la verdad del terrible pasado de Manuel: fue secuestrado de niño por los traficantes de personas. Ellos le cortaron la pierna cuando sus intentos de fuga no cesaban. Paula se muere de remordimientos por cómo le trató. Decide ir a pedirle perdón. Ambos se entregan al amor, ignorantes de que un terrible peligro se cierne sobre Bonaki.

Una riada arrasa Bonaki debido a las lluvias torrenciales. Los soldados se afanan en ir auxilio de la población. La base de los militares sirve de cobijo para todos los locales que se han visto obligados a abandonar sus hogares. Este acontecimiento propicia que Paula se encuentre con quien todos hacían muerta: Rosa. La niña será la pieza clave que le ayudará a descubrir la terrible verdad que se esconde tras los diversos asesinatos. Pero este nuevo avance en la investigación conducirá a la sargento a sufrir la más dolorosa de las pérdidas.

Alfredo es hallado muerto. La Sargento Elgueta, por su parte, desvela sus últimos descubrimientos a los altos cargos de la base; les muestra un vídeo estremecedor que marcará un antes y un después en la vida de todos ellos. Los piratas asaltan el pueblo dejando decenas de víctimas a su paso, y capturan a todas las mujeres, incluidas Paula, la teniente médico Ortega, y Rosa. Gracias al valor de todas las mujeres, y a la templanza y pericia de las dos militares, el secuestro acaba con la captura de los traficantes de personas. De vuelta en la base, a Paula le queda la difícil tarea de enfrentarse al que fue su gran amigo, Nacho, y al malvado que tejió todo el perverso entramado que desembocó en tragedia. Toca sacar a la luz la verdad que casi le cuesta la vida.

Se celebra el juicio contra uno de los implicados en las diversas muertes acaecidas en Guinea Ecuatorial y el perverso negocio de venta de niñas en la red. Bajo la mirada de los periodistas y del jurado, Rosa testifica y Paula cuenta cosas que la mayoría no desearía escuchar, sobre todo la madre del “Héroe de Falat”. Pero al fin el ejército limpia su buen nombre y las manzanas podridas son expulsadas y llevadas a prisión. Paula, decepcionada, inicia una vida con Manuel y Rosa en Bonaki. Todo se ve alterado cuando recibe una visita inesperada que le pide ayuda para una nueva misión. ¿Volverá Paula a vestir el uniforme por salvar la vida de un amigo... y quizá el destino de todo un país?