El asesino del camión de hielo es finalmente identificado por Miami Metro como Neil Perry, pero Dexter se muestra escéptico. Mientras tanto, Paul sigue tratando de estar con sus hijos y afirma ser un hombre cambiado.

El mundo de Dexter se vuelve patas arriba cuando Doakes le encuentra en la escena de su último asesinato y le revela un secreto devastador relacionado con Harry. Mientras tanto, Miami Metro se acerca cada vez más al "carnicero de la bahía".

Lundy y el FBI concluyen la investigación del carnicero de la bahía de una vez por todas, aunque la tensión no cesa para Dexter, que sigue enfrentándose a una amenaza.

Dexter empieza a trabajar junto con Miguel, aunque ambos pronto empiezan a tener diferencias a la hora de elegir a una nueva víctima. Rita descubre que la mujer de Miguel sospecha que él tenga una aventura con alguien. Una vieja amiga de Dexter pide ayuda para acabar con su vida.

Dexter y Arthur se hallan en curso de colisión entre ellos. Debra descubre algo aterrador que llevaba tiempo oculto, Rita admite que su matrimonio con Dexter tiene problemas, mientras Batista y LaGuerta se enfrentan a las consecuencias de un incumplimiento de ética.

Dexter asimila el asesinato de Rita y toma una decisión que podría afectar las vidas de todos; Quinn sugiere que la muerte de Rita no corresponde con el modus operandi de Trinity y ofrece el apoyo que Debra necesita.

Tratando de volver a tener su vida en orden, Dexter va a por un nuevo objetivo, pero en el proceso acaba teniendo que distraerse y pasar a una situación precaria para ayudar a su problemática compañera; Batista descubre una pista interesante para los asesinatos de la Santa Muerte. Quinn descubre nueva información sobre Dexter de parte de una fuente cuestionable.

Dexter se da cuenta de que tanto él como Lumen están siendo llevados a una trampa y lo arriesga todo para escapar. Debra deja anteponerse sus emociones personales a sus instintos en el caso de las chicas de los bidones. Quinn acaba necesitando ayuda que sólo Dexter puede proporcionar.

Cuando un prisionero local afirma tener nueva información sobre una serie de asesinatos llevados a cabo quince años atrás, Miami Metro sale a buscar las nuevas pistas relacionadas con el caso. Debra intenta curar a Dexter de sus tendencias homicidas. Mientras, el caso de Mike Anderson conduce hacia la mafia ucraniana y un vengativo Louis no dejará de interferir en la vida de Dexter.

Con la ayuda de la Dra. Vogel, Dexter trata de atraer al cirujano de cerebros para poder atraparle.

Dexter se enfrenta a situaciones imposibles. Un huracán está a punto de pasar por Miami y tendrá que terminar las cosas a su manera.