Catherine viola el protocolo del departamento cuando investiga una acusación de violación contra su ex-marido. Warrick y Sara deben encontrar la bala que puede anular o corroborar la acusación de asesinato contra un policía. Grissom y Nick investigan el esqueleto de una mujer encontrado bajo una casa enterrado en cemento.

Cuando una adolescente y su hermana se convierten en las únicas supervivientes del asesinato de toda su familia, el equipo completo de CSI se encarga del caso.

Lo que en principio parece un asesinato ritual resulta ser mucho más aterrador cuando el equipo descubre la verdadera causa de la masacre.

Una mujer es secuestrada en los aparcamientos de unos grandes almacenes, violada, golpeada y abandonada por muerta. Sara se ocupa de recoger todas las pruebas posibles de la mujer y poco a poco se va sintiendo unida a ella. Catherine y Warrick deben testificar en el juicio sobre un tiroteo. El oficial que investigó el caso ha dimitido y ahora ellos deben aclarar qué fue lo que pasó. Catherine tiene de nuevo problemas con Eddie cuando éste pide una segunda hipoteca sin su permiso.

Dos casos que se vuelven personales para Grissom y Catherine en este episodio de 90 minutos. En el primero, Grissom descubre que los asesinatos de un invitado a una fiesta en un club nocturno y un hombre que se ejercitaba en su departamento están relacionados. Las muertes eran similares y ambas víctimas eran empleados de Lady Heather (Melinda Clarke), una dominatrix que penetra el frío exterior de Grissom para revelar su vulnerabilidad. El segundo caso involucra al ex marido de Catherine, Eddie (Timothy Carhart), que desaparece luego de que su auto se estrella mientras él viajaba con su hija. Sara dirige la investigación, pero Catherine resulta rápidamente descontenta con el modo en que el caso es manejado.