Tras sufrir una derrota aplastante, Laios, Marcille y Chilchuck se apresuran a regresar a la mazmorra para salvar a Falin. ¡Y esta vez tienen un plan infalible!

Cuando un olor delicioso despierta a Marcille, Senshi le explica cómo llevar una dieta equilibrada. El grupo ayuda a un aventurero envenenado por un basilisco.

Laios y compañía acceden a una zona oculta protegida por la misteriosa Armadura andante, que parece estar custodiando algo potencialmente delicioso.

Una vez en el tercer nivel de la mazmorra, Senshi lleva al grupo hasta su huerto secreto. Más tarde, se las verán con un montón de orcos tan cabreados como desesperados.

Muerto de hambre, Laios desata la furia de una elfa misteriosa al buscar comida en los cuadros vivientes. Luego, Chilchuck se queda atrapado con un malhumorado mimético.

¡Algo huele mal en este nuevo nivel de la mazmorra! El grupo cruza un peligroso lago, y en el camino se encuentra con mariscos violentos y aventureros abatidos.

El grupo evita un desagradable descenso a la ciudad del castillo, donde acecha el dragón rojo. Para derrotarlo, necesitan un buen plan y una comida que les suba la moral.

En un nivel superior de la mazmorra, Kabru y compañía despiertan y descubren que sus suministros han desaparecido. De camino a la superficie, caen en una emboscada.

El grupo está atrapado en la mazmorra, ¡y se mueren de hambre! Preocupado, Senshi cocina una comida reconfortante que le da a Marcille la energía necesaria para urdir un plan.

Mientras persiguen a Falin, Laios y su cuadrilla buscan refugio de una tormenta de nieve, pero los asaltan réplicas de sí mismos creadas por una bestia. ¿Distinguirán a los suyos?

Izutsumi demuestra que es una aliada útil a pesar de sus terribles modales en la mesa y su aversión a comer monstruos. Además, la amabilidad del grupo consigue que cambie.

Tras abandonar un lugar seguro, Senshi acaba en las garras de un feroz grifo. El grupo va a necesitar ayuda si quiere salvarlo.

El grupo, que aún no se ha acostumbrado a sus nuevas formas, debe derrotar a unas gárgolas para seguir adentrándose en la mazmorra. ¿Qué monstruos degustarán en las profundidades?