Una vez en el tercer nivel de la mazmorra, Senshi lleva al grupo hasta su huerto secreto. Más tarde, se las verán con un montón de orcos tan cabreados como desesperados.

El grupo evita un desagradable descenso a la ciudad del castillo, donde acecha el dragón rojo. Para derrotarlo, necesitan un buen plan y una comida que les suba la moral.

La búsqueda desesperada en el estómago del dragón les conduce a un terrible descubrimiento: la magia de resurrección no será suficiente para recuperar a Falin.

Los grupos de aventureros se alían para repeler el ataque de unas feroces arpías, pero la sorprendente aparición de una Falin transformada los deja a todos alucinados.

Izutsumi demuestra que es una aliada útil a pesar de sus terribles modales en la mesa y su aversión a comer monstruos. Además, la amabilidad del grupo consigue que cambie.