Para poder asumir el trono Yoko y Keiki deben ascender al Monte Ho para recibir el Decreto del Cielo. Durante los preparativos visitan templos, donde son recibidos por las sacerdotisas del Monte Ho llamadas Nyosen. Ellas preguntan a Keiki si pudo encontrar al Kirin de Tai en Japón y narran la historia a Yoko.

Cuando el ranka de Taiki apareció fue succionado por el Shoku hacia Japón donde Taiki vivió por 10 años. Un día Enki encuentra su aura y notifica al Monte Ho donde es recuperado por su Nyokai con la ayuda de Renrin. Al llegar las Nyosen lo instruyen sobre su condición de Kirin y conoce a Kenro Shin quien le explica su naturaleza sagrada.

En el pasado, Keiki fue convocado al Monte Ho para ayudar a Taiki, pero en ese tiempo Keiki tenía problemas con la primer reina de Kei. Taiki logra llegar al corazón de Keiki y Keiki le enseña a ser un Kirin. Keiki aprende a ser mejor persona, pero Taiki continúa sin poder convertirse y Keiki debe regresar a sus deberes.

El reino de Tai necesita un rey y al saber que el Kirin regresó al Monte Ho los habitantes de Tai peregrinaron al Monte Ho para conseguir el trono. Entre los postulantes se destacan Risai y Gyoso a quienes el Kirin visita con frecuencia. Risai, Gyoso y Taiki salen en una expedición para atrapar un sugu pero terminan en el nido de un totetsu.

Taiki regresa al Monte Ho con un nuevo Shirei, Gyoso decide regresar a Tai y abandonar sus pretensiones al trono. Presionado por los comentarios de algunas sacerdotisas Taiki toma una decisión apresurada y lo elige rey. Taiki piensa que su decisión no es correcta y le comenta a Keiki, quien le explica la naturaleza del aura real.

En este capítulo Enki nos cuenta la conformación de los 12 reinos. Su historia y los reyes que dirigen los países. También nos resume la historia de Taiki, desde que fue encontrado en Japón, pasando por la elección del rey que resultó correcta y menciona la misteriosa desaparición del Tai-O y Taiki. Este último regresa a Japón.

Luego de ser aceptado en la universidad de En, Rakushun y Yoko intercambian mensajes, a través de un Seicho. Rakushun le cuenta a Yoko sobre su vida académica y sus compañeros de estudios. Por su parte, Yoko le comenta sobre la vida en palacio. Luego de recibir el Decreto del Cielo, Yoko está lista para asumir formalmente el mando.