Fermín ha vuelto a recibir noticias de su contacto. A través de María le ha citado en un lugar y hora concretos. El peligro que corre María si él no acude a la cita, le ha quedado más que claro.

Mientras, Marcos trata de encontrar sentido a lo que están descubriendo e intenta comprender por qué su abuelo operaba a antiguas alumnas del internado. Cuando ve que su abogado ha llegado a La Laguna Negra para hablar con Héctor, Iván y él planean robarle al abogado su PDA para acceder a la información que contiene y averiguar cuál es la relación entre Héctor, el abogado y la llegada de Marcos y Paula al internado.

Además, Paula y Evelyn deciden robar un huevo de la cocina para tener un pollito pero el huevo se les cae por la ventana y va a parar a la cabeza de Mateo, que promete encontrar al culpable. Jacinta, que ha visto a su nieto en la ventana, está convencida de que es Miguel el culpable de la travesura.

Irene Espí está decidida a escapar. Primero su bebé se ha quedado sin respiración y ahora Camilo se lo ha llevado sin darle ninguna explicación. Después de que su primer intento le salga mal, no se da por vencida. Mientras tanto, Héctor y Jacinta han recibido los análisis que esperaban y han podido comprobar lo que ya sospechaban.

Victoria les cuenta a los demás finalmente todo lo que sabe de Cristina Palacios. Por su parte, Marcos tiene mayores preocupaciones en las que pensar después de ver a Héctor con su expediente y el de Paula en las manos. Marcos no se fía de Héctor, está seguro de que algo malo trama.

Paula está asustada y tiene vagos recuerdos de lo que le han hecho durante la noche. Recuerda al cirujano y a la enfermera, puede ver en su mente las jeringuillas, pero todo el mundo trata de convencerla de que sólo ha sido una pesadilla. La pequeña está segura de que es demasiado real como para ser “sólo un sueño”. Por su parte, Julia ya sabe con certeza que lo que ven sus ojos no es real. Sabe que el chico que ve por los pasillos es Cayetano y que el amigo de Roque murió en el bosque hace meses. Jacinta necesita dinero y no le va a quedar más remedio que comerse su orgullo y acudir a don Joaquín.

Los chicos encuentran en el bosque unos viejos columpios de la época del orfanato. Entre los hierros oxidados descubrirán algo escondido, lo que parece ser el último legado de Samuel Espí. Gracias a este nuevo hallazgo podrán saber que, aunque fueron cinco los huérfanos desaparecidos hace años, en realidad eran seis chicos. Uno de ellos, sobrevivió.

Nora ha conseguido encontrar la entrada al desván que hay en el tejado. Allí hay, a sus ojos, un sinfín de tesoros, de pistas para su investigación: allí está la película de super-8, la lista con los nombres de los huérfanos desaparecidos y, sobretodo, la llave en forma de zeta.

También Héctor acaba de hacer un enorme descubrimiento: gracias a Paula ha podido descifrar las claves encriptadas que Irene Espí escribió en el Príncipito, su libro preferido. Las adivinanzas que la pequeña practicaba siempre con su mamá, se han convertido ahora en el código necesario para descifrar los mensajes encriptados.

Por otra parte, Javier Holgado sigue haciendo de las suyas a Paula y Evelyn aunque, esta vez, las pequeñas van a contar con la ayuda de un inesperado aliado, Miguel, que ha amenazado a Javier con tomar cartas en el asunto si no las deja en paz. Paula está encantada con su nuevo defensor, al que empezará a ver con otros ojos.

Fermín trata de encontrar a toda costa algún medicamento que contrarreste el veneno que le inyectó su contacto. Mientras tanto, Nora ha entrado en los pasadizos y sigilosamente ha seguido a Camilo hasta la misteriosa puerta con el símbolo de géminis. Después de esperar a que se marchase el viejo profesor, Nora ha averiguado como abrir la puerta pero lo que se ha encontrado dentro no es, ni mucho menos, lo que se esperaba.

Julia trata de convencer a sus compañeros de que puede ver a Cayetano contándoles detalles que sólo su amigo podría saber. Cosas como que Iván y Vicky se besaron a escondidas en el fin de curso del 2005. Sin embargo, los chicos están a punto de descubrir algo que les impactará aún más.

Esta noche se celebra “La Noche de las Fogatas”, en la que se encenderá una gran hoguera para arrojar todas las cosas viejas, ligadas a malas experiencias pasadas. Además, dice la tradición, que si escribes un deseo en un papel y lo echas al fuego, tu deseo se cumplirá. Una costumbre que tiene entretenidos a todos los niños del colegio excepto a Paula, que ya no cree en la magia porque nunca se le cumplen sus deseos.

Tampoco es un día demasiado feliz para Marcos e Iván. Elsa ha llamado a Marcos a su despacho, donde se enterará de que Amelia le ha acusado de estar acosándola con tal de salvar su puesto de trabajo.

El mensaje que recibió Marcos en el móvil lo decía bien claro: “no vuelvas a llamar o estamos muertos”. Pese a la advertencia, los chicos no se resignan a pensar que están de nuevo en un callejón sin salida y deciden rastrear el número de móvil para averiguar quién es el titular de la línea. Por desgracia, las pesquisas se ven interrumpidas por un trance muy doloroso: Marcos y Paula tienen que acudir al entierro de sus padres. Lucas ha tenido otro de sus sueños premonitorios

La guardia civil llega al internado para averiguar la relación entre Pedro y el cadáver que llevaba en el maletero, el de Mateo. Los indicios son manipulados para que parezca que Pedro le envenenó. La puntilla llega con un testimonio falso de Amelia que le acusa de hacerlo por celos.

Lucas vuelve a tener la pesadilla en la que ve a su padre apuñalando a alguien con un destornillador de mango amarillo. Al ver que se trata de una de sus premoniciones, decide evitarlo y con la ayuda de Paula y Evelyn roba el destornillador a su dueño, Toni. Mientras, Jacinta escucha una sospechosa conversación entre Paula y Evelyn, que no comprenden porqué el papá de Lucas no le deja hablar con su mamá.

Julia ignora por qué su padre sale en el vídeo de las regresiones de Irene Espí. Sospecha que está relacionado con la muerte de su padre que, como él mismo le comunicó, no fue un accidente sino un asesinato. Además, Vicky está muy enfadada con ella desde que la vio besarse con Iván por eso, cuando alguien roba el USB con las grabaciones, todas las sospechas recaen en Julia.

Carolina desconfía de Amelia más que nunca después de haberla visto llegar al internado junto a Noiret a altas horas de la noche. Sabe que ninguno de sus compañeros la cree, así que intentará obtener las pruebas que necesita tendiéndole una trampa a la profesora. También Julia ha decidido emprender su propia investigación. Está segura de que la llave que encontraron en la habitación de Lucas servirá para abrir la caja fuerte de su padre y piensa comprobarlo por sí misma. Camilo, que sorprende a Julia escapándose del colegio, decide seguirla.

Lucas por fin le confiesa a su padre lo que le atormenta por las noches: en su pesadilla puede verle a él matando a una persona con un destornillador. Además, sabe perfectamente a quién pertenece ese destornillador, es el de Toni. Afortunadamente, hoy Lucas ha soñado algo diferente: que un unicornio chocaba con Héctor. Lo sorprendente es que ése también era un sueño de los que se cumplen. Mientras tanto, Toni tiene sus propias preocupaciones. Se ha dado cuenta de que Noiret ha intentado jugársela dándole sólo la mitad del dinero que exigió a cambio de los papeles.

Elsa está desbordada, le cuesta compaginar su labor como directora del centro con su nuevo papel de madre. No quiere cogerse una baja de maternidad pero tampoco que Noiret le eche una mano dados sus antecedentes de maltrato. Harta de la situación, ha regañado a Evelyn y Paula más de la cuenta, cuando trataban de dar al bebé leche de una botella. Las pequeñas, que no comprenden el enfado de Elsa, se convencerán de que ha robado al niño a sus papás de verdad y ellas deben devolvérselo.

Se celebra La Noche de las Dos Lunas, en la que, en conmemoración de una vieja leyenda, las chicas deben adornar su vestido con una rosa blanca al llegar la medianoche.

Lucas está aterrado, pues en su horrible sueño premonitorio sale una rosa blanca en la escena del crimen. Con la ayuda de Evelyn y Paula, concibe un plan para asegurarse de que su padre no mate a nadie y se queda más tranquilo. Lo que no sabe es que Paula, que se ha disfrazado de sheriff, va por la fiesta con una pistola de verdad creyendo que es de juguete.

Julia descubre horrorizada que su padrastro ha vuelto a por el contenido que ella consiguió sacar de la caja de seguridad. Pese a las amenazas, Julia consigue usar su móvil sin que su padrastro se dé cuenta y darles así a los chicos una pista sobre dónde la tiene retenida. Sin pensarlo dos veces, Iván coge la moto de Toni para acudir en su rescate mientras el resto busca el misterioso sobre que busca el padrastro y que sin duda debe guardar alguna clave que se les ha pasado por alto.

Miguel se marcha del internado. Jacinta cree que es su deber alejarle del peligro que supone su propio abuelo, Don Joaquín. En cuanto el niño esté a salvo, ella podrá hacer lo que siempre quiso y debió hacer: contarle a la policía todo lo que sabe. Y está no es la única amenaza a la que tendrá que enfrentarse Don Joaquín. Fermín, que ahora ya sabe que él es el asesino de su padre, trama su propia venganza.

Hugo, el nuevo profesor de Educación Física, llega al internado para echar una mano a su amigo Héctor. Además, Amelia le revelará a Héctor que existe un tratamiento experimental para su enfermedad, que resulta ser la misma que tiene su hermano. También María tiene problemas de salud e incluso ha sufrido un desmayo. Hace días que no se encuentra bien pero lo que realmente ha acabado con sus nervios ha sido enterarse de que alguien le ha dicho a Iván que ella es su madre.

Los chicos recopilan pruebas y buscan un buen escondite para guardarlas hasta que acabe el curso y puedan dárselas a la policía. Marcos se queda de piedra al enterarse de que los demás no quieren contarle cuál será el escondite mientras siga con Amelia, de quien todos los demás desconfían. Por si esto fuera poco, Noiret insistirá en su acoso a los chicos, convencido de que tienen los papeles que ocultó Toni, sometiéndoles a todo tipo de castigos para que confiesen.

Amelia teme que Fermín cuente a sus jefes que fue ella quien le salvó en la sala del tesoro. Decide hablar con él y se queda aún más sorprendida al comprobar que Fermín sabe toda su historia, lo de su hermano, lo del chantaje, todo. El cocinero, sin embargo, está más preocupado por las investigaciones de Rebeca, que ha sorprendido a los chicos saliendo de la ermita y está segura de que allí encontrará nueva información.

Todo el colegio guarda un minuto de silencio por la muerte de Susana en presencia de la tía de la joven. Los chicos, convencidos de que la muerte de Susana y la del sobrino del guardabosques están relacionadas, aprovechan la oportunidad y utilizan el libro de condolencias para mandar un mensaje a la familia: Susana no se suicidó. Tenemos pruebas. A las 12 en la ermita.

Rebeca está segura de que Don Joaquín está muerto y cree saber dónde lo han enterrado. Un desconcertado Fermín a buscar el cadáver mientras intenta comprender cómo su compañera ha averiguado una información tan precisa. La única explicación es que se lo haya contado el asesino.

El fantasma de la mujer ahogada vuelve a aparecérsele a Julia, que no se atreve a contárselo a nadie más que a Roque. Julia quiere contárselo a Iván pero teme que su reacción no sea precisamente muy comprensiva. Y menos ahora que Iván acaba de enterarse de que su padre, Noiret, le ha pedido matrimonio a Elsa.

Elsa trata de ocultar un moratón de su cara con unas grandes gafas de sol. El resto de profesores no tarda en sospechar que Noiret ha vuelto a las andadas y ha pegado a la directora. Sin embargo, Noiret y Camilo tienen otras preocupaciones. Creen que los chicos han descubierto la tapadera de Amelia y le advierten a la profesora que si Marcos sospecha algo, ella misma será la encargada de acabar con él. Carol y Vicky no paran de darle vueltas a las últimas palabras que dijo Nacho antes de morir: "Uno de vosotros es un traidor". Deciden no contar nada al resto y hacer sus propias averiguaciones.

Lucía acaba de recibir una noticia terrorífica: sus padres, el matrimonio Merkel, han aparecido muertos en su casa. Ella le quitó el oxígeno a su marido y después se ahorcó. Fermín y Rebeca aprovechan la ausencia de la doctora para inspeccionar su cuarto. Evelyn tiene unas galletas chinas que adivinan el futuro. Cree firmemente en ellas porque siempre aciertan lo que le va a pasar. Por eso hoy está tan asustada, la galleta de la fortuna que ha abierto hoy dice que morirá esta misma tarde, a las 7, Su temor se incrementa al ver como las galletas de Paula y Lucas se han ido cumpliendo a lo largo del día.

Carolina está convencida de que uno de sus amigos es un traidor, por mucho que Noiret haya intentado convencerles a todos de que era sólo una de sus tretas para obtener información. Nacho, el novio de Vicky, lo dijo antes de morir y, desde entonces, muchos sucesos apuntan a que, efectivamente, uno de ellos colabora con el Proyecto Géminis. Las pruebas que consiguen siempre acaban desapareciendo aunque sólo los seis miembros del grupo conocieran el escondite. Y luego está la ampolla con agua y sal que Iván tomó por error y que, claramente, estaba destinada al traidor, el único de los seis chicos que no necesita la medicina. Para asegurarse de que está en lo cierto, Carolina le tiende una trampa a Noiret, haciéndole creer que la ampolla que le da a ella sólo contiene agua y sal.

Los chicos tienen claro que el fantasma de Eva Wulf jugaba a la rayuela sobre un plano del internado para indicarles un lugar, un sitio donde buscar... ¿pero el qué? Cuando están a punto de rendirse dan con la clave: hubo un tiempo en el que las habitaciones del internado estaban numeradas, pero sorprendentemente de la 12 se pasa a la 14. ¿Dónde está la habitación número 13? ¿Será ésa la habitación en la que vivió Eva, la niña de la leyenda? Amelia, destrozada, empieza a comprender muchas de las cosas que le están pasando al ver los vídeos de Irene Espí en la consulta de su psicóloga. En ellos, la madre de Marcos y Paula relata cómo la intervinieron quirúrgicamente para sacarle un óvulo. Mientras tanto, Irene Espí vive su propia tragedia. Encerrada e incomunicada, acaba de ver como Andrés, su marido, pasaba por delante de su habitación inconsciente, tumbado en una camilla.

Al menos dos personas morirán en la Laguna Negra, que vivirá unos terribles sucesos que supondrán un giro radical. Entre las piezas del coche teledirigido de Lucas, que se ha roto en mil pedazos, Evelyn encuentra la cápsula de cristal con el virus letal de Ottox. La niña cree que se trata de una muestra de colonia, ¿y qué mejor regalo para Lucas en su cumpleaños? El problema es cómo abrirlo. Si los niños lo consiguen, sin saberlo, desatarán la pandemia y pondrán en peligro a todos los habitantes del Internado. Iván y Vicky tratan desesperadamente de que Julia entre en calor, pero es imposible. Julia sabe que la única solución es bajar a los pasadizos y liberar a Eva de la urna en la que lleva años criogenizada. Si no la sacan de allí, Julia morirá de hipotermia. Iván ayuda a Julia a bajar a los pasadizos, pero son capturados por los hombres de Ottox. Encerrados, sin posibilidad de encontrar a Eva, no pueden hacer nada para salvar a Julia.

Vicky ha tenido una terrible pesadilla: un hombre misterioso le pedía que "bajara" a ayudarle. Ha sido un sueño inquietante pero lo que resulta todavía más extraño es que Marcos soñó algo parecido la noche anterior. A juzgar por la descripción del hombre -un hombre calvo, con una cicatriz en el pómulo y una inquietante mirada- está claro que los dos han soñado con la misma persona, aunque ninguno de los dos le conoce de nada… ¿Quién es ese hombre? Tras el derrumbe en los pasadizos, Hugo y Rebeca han quedado sepultados entre los escombros.

Los chicos no saben qué hacer respecto al hombre que encontraron malherido en los pasadizos. Iván y Roque prefieren avisar a los profesores y desentenderse, que se ocupen ellos. Julia y Marcos, por su parte, se inclinan por mantenerlo en secreto, tal y como él les pidió. Está convencido de que, si se enteran de que ha sobrevivido, bajarán a matarle. Además, si es verdad lo que el hombre misterioso contó, Héctor está enterrado en algún lado de los pasadizos. Por lo pronto, Lucía ha confirmado que Héctor no murió cuando cayó por las escaleras.

Con la salida de los infectados de la sala restringida, el virus se expande por el colegio sin control. La única esperanza es la reconstrucción de la máquina de radiación lumínica, la cura definitiva para la enfermedad. Pero la máquina no llega. El Coronel le explica a Elsa que los científicos que intentan reconstruir la máquina fuera del perímetro de seguridad están encontrando más dificultades de las previstas. Lucía teme que no lleguen a tiempo: el propio Wulf fracasó una y otra vez hasta que contó con la colaboración de un genio superdotado, un tal Max Levov que logró en unas semanas lo que Wulf y su equipo llevaban años intentando.

Fermín quiere casarse con María y le regala el anillo de compromiso que lleva generaciones en su familia. Aunque María tiene dudas, Fermín encontrará una cómplice perfecta en Jacinta, que incluso se ofrece para arreglar un viejo vestido de novia que tiene guardado. Entre los dos convencen a María: la boda se celebrará esa misma noche. Sólo una travesura de las niñas está a punto de dar al traste con la celebración, pues el anillo acaba en el estómago de Javier Holgado… Vicky se debate entre la vida y la muerte. El anestésico que le inyectó el Teniente es muy potente y puede que no se recupere.

07 15 24 35 44 57. Ésos son los números que hacen funcionar la máquina, los números que Max dio a Iván en el sueño y pueden salvarle la vida. Si eso no funciona ya todo estará perdido porque Max ha muerto a manos de Amaia, la última infiltrada de Ottox dentro del colegio. ¿Habrá sobrevivido Iván? Desde el campamento militar han podido ver el haz de luz que ha salido del colegio. Está claro que Amaia no cumplió con su misión de matar a Max o la llevó a cabo demasiado tarde. En cualquier caso, parece que la máquina funciona y, si realmente es así, los planes de Ottox acaban de venirse abajo. Hugo tiene claro lo que tienen que hacer: si el virus no les mata, tendrán que hacerlo ellos.