Kazuma recibe información de un nuevo pasadizo descubierto en un calabozo para novatos cercano, así que decide adentrarse en él con la esperanza de encontrar los tesoros que allí queden. Como Megumin sería inútil allí dentro, lo acompaña Aqua.

Sena sospecha que el grupo de Kazuma está detrás de la plaga de monstruos de la ciudad. El grupo se dirige a una mazmorra donde aparece un sospechoso enmascarado.

Megumin sugiere un viaje a las aguas termales cuando Kazuma empieza a hablar de dejar sus aventuras después de sus conversaciones de negocios con Vanir.

Pese a que todos odian a los miembros del culto de Axis, Aqua quiere ayudarles ante la previsión de un ataque del Rey Demonio. Lo que no esperaba era que todo saliera al revés de como ella quería. Como no esperaba Aqua, porque Kazuma se lo veía venir, claro.