Tras el incidente con las hadas, Chise y el mago marchan a la ciudad para atender algunos recados. Allí, la muchacha conocerá a Angelica, una artífice de herramientas mágicas que le hablará un poco sobre la magia.

Chise y el mago marchan en busca del Church Grim, un perro negro guardián, pero por el camino se encontrarán con la aprendiza del hechicero, que quiere ayudar a su señor a toda costa.

Tras volver a casa, el mago se encierra en su habitación dejando a Chise muy confusa y sin saber qué hacer, planteándose cómo de bien conoce a su maestro.

Cuando Stella visita a Chise para darle las gracias por haber salvado a su hermano pequeño como prometió, el mago comenzará a sentirse de una manera extraña que nunca antes había experimentado.

Tras intervenir en la subasta del dragón, la situación se tornará desesperada para Chise, pues la muchacha se sacrificará de nuevo con unas peligrosas consecuencias.

Mientras se conocen mejor el uno al otro, Chise y el mago harán acto de presencia en el aquelarre de las brujas.

Haber sufrido no da derecho a lastimar a otros. Ese es el mensaje que Chise quiere hacerle entender a Cartafilo, o Joseph, ahora que además el mago consiguió encontrarla.

Pese a las reticencias de Elias, Chise comienza su nueva etapa de estudiante. Tal vez sus nuevos estudios la ayuden a comprenderse mejor a sí misma y a no a arriesgar su vida para ayudar a otros como tantas veces hizo anteriormente.

Chise parece haber llegado a otro lugar y se ha separado de su amiga, pero parece ser que quien la ha invocado es alguien que conoce muy bien a Elias.