En un intento por salvar su puesto de trabajo, Mayte convence a las chicas del AMPA para probar la Turbothunder 3000. Aunque lo que prometía ser una tarde entre amigas se convierte en una cruenta receta que cambiará sus vidas para siempre.

La muerte de Elvira tiene más consecuencias de las que las protagonistas habían contemplado: Asun, la vecina de Lourdes y Amparo, ha sido testigo del suceso y pretende hacerles chantaje.

Mayte, Lourdes, Amparo y Virginia regresan a la finca donde enterraron a Elvira para cambiar de sitio el cadáver y evitar que la policía lo localice. Sin embargo, descubren con preocupación que el cuerpo ha desaparecido. Remedios, la suegra de Lourdes está pasando una temporada en la finca, con lo que las tareas de búsqueda serán todavía más complicadas.

Ha llegado la época del año más importante para las vendedoras de Turbothunders: la convención anual. Mayte y Begoña se desplazarán a Murcia para acudir a este evento. Mientras, Amparo, Lourdes y Virginia tendrán que enfrentarse a las constantes amenazas de la banda de Carmona.

Lourdes es secuestrada por la banda de mafiosos de Carmona, y estos le dan un ultimátum a las chicas: o reúnen el dinero que Mariano debía cobrar por la muerte de Elvira, o acabarán con su amiga. En un esfuerzo por conseguir la cantidad necesaria, Virginia roba la recaudación de la caja del supermercado.

Mayte, Amparo y Virginia están desesperadas por conseguir el dinero que salve a Lourdes de su cautiverio, y la banda de mafiosos cada vez aprieta más la situación. Amparo conoce a Gustavo, un antiguo ladrón profesional, en la residencia en la que se encuentra su marido. Influida por sus historias, les propone a las chicas atracar el bingo de su barrio para liberar a su amiga.

El colegio Gloria Fuertes organiza unas Olimpiadas contra la obesidad infantil. El niño que gane la competición podrá celebrar su comunión en los prestigiosos salones de Happylandia. Mayte, Anabel y Juani, con sus respectivos hijos, emprenden su particular cruzada para alzarse con la victoria.

Mayte está ultimando los preparativos de la celebración de la comunión de Goyo en Happylandia cuando recibe la visita de Arturo, que tiene en su poder información sobre la muerte de Elvira. Por si esto fuera poco, Carmona, harta de todos los problemas que le han ocasionado las chicas, envía a sus secuaces al evento.

Mayte, Lourdes, Virginia y Amparo, aprovechan el caos producido tras el tiroteo en “Happylandia” para secuestrar la ambulancia en la que se encuentra Arturo, que ha sido herido de bala. Las chicas huyen a la casa de Alpedrete de Begoña con el fin de que las ayude a buscar una solución. Asun abre su propio “centro de estética” y Carmona le hace una sugerente propuesta laboral.

Carmona les ordena a las chicas su primera misión: Tendrán que infiltrarse en el local de una peligrosa banda de mafiosos rival para rescatar a Juanjo, una de sus “pertenencias” más valiosas. El cartel está liderado por Lagarto, un criminal déspota y violento que se dedica a organizar combates clandestinos de lucha libre entre mujeres.

Alfonso despierta del coma recordando absolutamente toda la información que su mujer le ha ido relatando, desde la muerte de Elvira hasta el atraco al bingo, por lo que amenaza con acudir a la policía.

El Inspector Ramos interroga a todas las madres y profesores del colegio Gloria Fuertes, tratando de descubrir a los responsables de la muerte de Elvira. Berto, Chivo y Andrés deciden engañar a las chicas para que no cumplan uno de sus mandatos.

Carmona dispara a Gregorio para castigar a Mayte por no haber cumplido su última misión. Las chicas, junto con la ayuda de Anabel y Juani, idean un plan de venganza para acabar de una vez por todas con las constantes amenazas de Carmona y sus esbirros. El colegio organiza una actuación en homenaje a todas las víctimas del tiroteo en la comunión.

Ha pasado más de un año ya desde los terribles sucesos que tuvieron lugar en el Colegio Gloria Fuertes, cuando una banda terrorista fue detenida tras intentar dinamitar la escuela; los motivos son todavía hoy una incógnita para todos. Sin embargo, una versión extraoficial aparece recogida en la famosa novela negra Receta de una muerte anunciada, escrita por un tal Lorenzo Mayo.

Tras el revuelo provocado por su última misión, nuestras “Señoras del Hampa” disfrutan de su momento de fama sin ser conscientes de que se hallan ahora más que nunca en el punto de mira de Belinda Chamorro, quien, después de destapar a Virginia como una de las 4 justicieras enmascaradas de Carabanchel, decide chantajearla para averiguar así la identidad de las otras 3 integrantes de la banda.

Tras la dura confesión de Virginia y ya con el nombre de las cuatro enmascaradas en su poder, la célebre Belinda Chamorro está decidida a revelar al fin la identidad de las “Señoras del Hampa” y recuperar su codiciado trono mediático… pero antes necesitará de alguien que apoye su discurso de odio hacia las famosas justicieras de Carabanchel.

Vir se aleja cada vez más de las chicas mientras trata de lidiar con el peso de la culpa por haberlas delatado y aguarda desesperada a que Belinda se decida a destaparlas en su programa. Lo que no sabe es que la periodista tiene ahora un problema mayor del que ocuparse, pues Carmona ha movido hilos desde la cárcel y amenaza ahora con filtrar un gran escándalo de su pasado.

Mayte, Lourdes, Amparo y Vicente consiguen salir con vida tras el trágico incendio que ha reducido la Asociación de Mujeres Begoña Cepeda a cenizas. Todos parecen sanos y salvos, pero… ¿¿Dónde puñetas están Anabel y Belinda?? No hay ni rastro de ellas y la policía asegura que dentro del local no había nadie más.

Durante este penúltimo capítulo de la temporada, volveremos de nuevo a la noche del incendio para descubrir finalmente qué fue de Anabel y Belinda tras el trágico incidente, quienes se escondieron en la furgoneta del asesino rumbo a su cabaña oculta en el bosque.

El ambiente en el barrio está más que caldeado tras la sonada detención de Mayte Soldevilla, Lourdes Sanguino y Amparo Peláez, las tres humildes madres del AMPA que confesaron ser las célebres enmascaradas de Carabanchel. Así pues, mientras un grupo de radicales exige su inmediata encarcelación, los simpatizantes de las justicieras de barrio se manifiestan en comisaría clamando por su libertad.