Myne acude con su hermana a llevar a su padre una cosa que olvidó en casa, y en su puesto de trabajo descubre por fin algo que puede servirle de papel, ¡e incluso le prometen que le regalarán una pizarra!

Después de pasar todo el invierno, la pobre Myne imagina que puede correr en busca de arcilla de los primeros rayos de primavera. Que no! Su familia la encuentra demasiado débil y frágil para hacer la larga caminata hacia el bosque, el único lugar donde podría encontrar lo que está buscando. Para obtener permiso para emprender este viaje, Myne debe proporcionar pruebas de que está mejor.

Si bien todas las condiciones contractuales parecen permitir el lanzamiento de su papel vegetal, Myne queda arrinconada por Lutz, cuyas sospechas se tornaron certeza. ¿Cómo le va a hacer frente?

Como Myne ingresará como aprendiz de hábito azul en la catedral, el señor Ferdinand envía a Eckhard y Justucs de incógnito a averiguar todo lo que puedan sobre ella.