Tomoya Aki, un otaku, ha estado obsesionado con la recolección de anime y novelas ligeras durante años, adjuntando a sí mismo a varias series de historias fascinantes y personajes. Ahora, él quiere tener la oportunidad de ofrecer la misma experiencia a los demás mediante la creación de su propio juego, pero, por desgracia, Tomoya no puede hacer esta tarea por sí mismo.

Se recluta con éxito amigo de la infancia Eriri Spencer Sawamura para ilustrar y literaria elitista Utaha Kasumigaoka para escribir el guión de su novela visual, mientras que él dirige. Super-grupo ahora en la mano, Tomoya sólo necesita una inspiración para basar su proyecto en, y por suerte conoce a la bella, dócil Megumi Katou, que él entonces los modelos de su personaje principal después.

Usando lo que el conocimiento que tiene, Tomoya crea un nuevo círculo doujin con la esperanza de tocar el corazón de los que juegan su juego. Lo que no se da cuenta, es que para invocar estas emociones, los creadores han tenido que experimentar las mismas sensaciones en sus propias vidas.

El protagonista Tatsuhiro Satō, es un ex-universitario entrando en su 4º año de aislamiento. Lleva una vida totalmente reclusiva como hikikomori, donde finalmente llega a la conclusión bizarra en la cual lo que le está pasando tiene que ver con una conspiración. Un día en el que no parecía que nada en su vida fuera a cambiar, conoce a Misaki Nakahara, una misteriosa chica que quiere intentar curar a Tatsuhiro de su problema reclusivo. Misaki se presenta a Tatsuhiro con un contrato, en el que básicamente dice que cada día deben encontrarse en el parque por la noche, donde Misaki le leerá libros, propuestas, métodos, etc., a Tatsuhiro para así intentar que desista de su estilo de vida.

La comedia romántica de instituto gira en torno a un estudiante de secundario llamado Sorata Kanda, el cual vive en el Sakurasou, el dormitorio para chicos problemáticos del instituto. Un día, Mashiro Shiina, una bella chica que además es una brillante artista, se muda a vivir a dicho dormitorio.

Sorata decide que debe proteger a la aparentemente frágil Mashiro de la gentuza del Sakurasou, y resulta que no se equivoca: Mashiro no tiene ni idea de cómo cuidar de sí misma.

Se pierde cuando sale a la calle, no sabe doblarse la ropa y tiene la habitación hecho un desastre. Al final los muchachos del Sakurasou consideran a Sorata como el "dueño" de Mashiro, y habrán de vivir en el dormitorio bajo la idea de que todos les vean como "dueño y mascota".