El doctor Zinthrop asegura que ha encontrado el secreto de la eterna juventud: se trata de un suero hecho con encimas de avispa. Janice decide probar la pócima, y su piel se torna tersa y lozana. Pero, al agotarse accidentalmente el suero, Janice empieza a sentir los efectos secundarios; por las noches, se transforma en la mujer avispa: un monstruo que mata para obtener la sangre de sus víctimas.
La doctora Frankenstein, hija del creador del monstruo, elabora el elíxir de la juventud con sangre de cadáveres, pero el efecto es pasajero. Piensa que la sangre de un ser extraordinario como Santo, lo hará permanente y para atraer al luchador rapta a su ahijada Norma.
Un médico condenado a la pena de muerte por practicar la eutanasia recibe permiso para experimentar con un suero, utilizando la sangre de asesinos, pero se lo inyecta en secreto. Se le conmuta la pena, pero descubre que se ha convertido en Jekyll y Hyde.