Mack se prepara para ser la nueva directora estudiante del Club de Drama de la secundaria de Tookus, donde lo principal es el futbol. Cuenta con la ayuda de su amiga, Darcy, y con la oposición o la indiferencia de los demás. Llega un nuevo director a la escuela a quien quieren impresionar para tener su apoyo y no pasar otro año desapercibidos.

Pese a que es el Capitán de baile del Club de Drama, Bench tiene dificultades para adaptarse al grupo debido a su formación como jugador de fútbol. Mack le da la oportunidad de entrenarlos, y pronto se arrepienten, excepto Skip. Para hacer que Bench se adapte, deciden transformarlo pero termina siendo alguien que no es.

Los chicos del club harán la tradicional fiesta del elenco para asegurar hacer un gran trabajo y un gran show durante todo el año. Mack y Oliver acostumbran a hacer una gran entrada, pero esta ocasión tal vez no sea lo mismo. Así que Mack utiliza su poncho de la suerte para que todo salga bien. Skip es el encargado de elegir la lista de las canciones para la fiesta, pero esa no es su especialidad. Sin embargo, tiene que hacer un buen trabajo para impresionar a Bech y a todo el equipo de fútbol.

Los ensayos no van muy bien, y Mack está preocupada de no poder realizar un musical tan largo. Además de la rivalidad de Oliver y Bianca, todos están distraídos con sus teléfonos. Aquí es cuando Darcy toma la decisión más arriesgada. Cuando el elenco se ve sin sus teléfonos, entran en pánico, pero para recuperarlos deben realizar un ensayo impecable. Skyp y Bench tienen que adentrarse en la lúgubre biblioteca para buscar el libreto impreso de la obra. Mack tiene un compañero de laboratorio.

La fecha de estreno del musical se acerca y la venta de las entradas va muy mal. Los chicos ponen en acción la idea de hacer un video grupal, pero aun así no parece mejorar. El profesor Sniffet no logra ser aceptado del todo en el club por los chicos y está dispuesto a tomar medidas desesperadas para llamar su atención. De pronto, las entradas se empiezan a vender y los videos que crean se hacen virales. No lo pueden creer; parece que este año de verdad tendrán público para presentar el musical.

Toda la escuela siente muy poco respeto por el Club de Drama, y Mack quiere cambiar eso inscribiéndolos a una competencia anual de capturar la bandera. Los chicos entran en pánico al recibir la notica, y más cuando Bench les da la espalda. Tienen que confiar en sus talentos para participar, y por lo menos no quedar en último lugar. Oliver y el profesor Sniffet rivalizan para ser los conductores de la competencia. Bench se siente dividido porque pertenece a dos equipos que compiten entre sí.

No todos en el Club de Drama son buenos cantantes, pero Mack encuentra la forma de que todos se escuchen increíble. En el teatro comienzan a desaparecer misteriosamente las cosas de los chicos. Y ante la falta de interés del director Gibbins, Mack y Darcy deciden investigar por su cuenta. Otros piensan que las desapariciones se deben a la presencia de un fantasma en el teatro, y son guiados por la fría Gertie para cazarlo. Oliver tiene que escribir su biografía para el programa del musical.

Por fin llega el segundo día más importante del musical: el ensayo general. La meta es presentar toda la obra sin interrupciones, pero una serie de incidentes no lo permite. Mack y Darcy están a punto de enloquecer cuando se enteran de que Colin se une al Club ayudando a Kurtis con las luces. Skip tiene problemas con su línea. Oliver y Bianca no entienden qué ocurre cuando extrañamente comienzan a llevarse bien. Bench confiesa que el Club de Drama es genial, y tiene una gran noticia para todos.

Llega la noche de la presentación de "Minnesota: el musical". Todos deberían estar listos, pero no es así. Mack continúa en su "lugar feliz" hasta que Darcy tiene un plan para traerla de vuelta a la Tierra. Por si fuera poco, el director Gibbins lleva al comité escolar a la función para decidir si el Club de Drama continúa o se cancela. Es necesario traer a Bench, pero el entrenador Cobbler pone a un guardián en los vestidores para que los chicos del teatro no distraigan a su jugador estrella.