El padre de Akemitsu Akagami siempre le decía que nadie puede vivir solo, pero él está a decidido a hacerlo. Tras abandonarlo cuando tenía cinco años, Akemitsu está decidido a no seguir los pasos del pervertido de su padre, así que decide recluirse en un templo alejado de los placeres carneles del mundo... ¿El único problema? Que da a parar con un templo donde solo viven mujeres.

Las chicas quieren echar del templo a Akemitsu, pero para ello deben tenderle una trampa para que cometa alguna indecencia. Sin embargo, no todas están de acuerdo con el plan.

Mia ha aceptado que Akagami se quedará a vivir en el templo. Sin embargo, lo reta a un duelo en el que el perdedor deberá pagar un precio bastante alto.

Yuzuku y Akagami tienen poco tiempo para llegar a la reunión. Pero ¿de verdad Yuzuki está dispuesta a casarse con un desonocido con tal de salvar el templo?

Tsukuyo se encuentra un poco triste debido a las responsabilidades con las que su familia está cargando, así que ella no quiere ser menos y tiene que abandonar algunos pasatiempos para poder ayudar en el templo.

Las chicas descubren que la comida de Akagami les está pasando factura y, para ello, deben pensar en un plan de entrenamiento. Sin embargo, hacer ejercicio para adelgazar es bastante duro y puede dar lugar a poses bastante sensuales.

A new deadline puts pressure on the temple trainees to prepare for tokudo. As such, Kiki guides them through both conventional and unconventional training. As Christmas approaches, Akagami faces unpleasant memories while Yuzuki tries to cheer him up.

All of the temple residents come together to celebrate Christmas. After gifts are exchanged, accidental intimacy is interrupted by harsh reality. Lurking treachery threatens Akagami's place at the temple.

The residents of Mikazuki temple engage in their end-of-year tradition of pounding mochi. Several of them get hot and bothered while dealing with some of the implications of all the pounding going on at the temple.

With the ceremony fast approaching, the residents of Mikazuki temple are scrambling to come up with the funds to repair the temple's principal figure. To do his part, Akagami reaches out to the Aoba sisters and asks Tsukuyo out.

In order to impart some much-needed wisdom, Kiki suddenly refuses to continue training Yuzuki. Yuzuki and Akagami think hard on the words of their master and the circumstances that have led them to fight so hard for Mikazuki Temple.