Es otoño en Chicago. Frank sigue llorando la pérdida de Bianca y sacando de quicio con ello a su familia, mientras Fiona, ahora separada de Gus, intenta poner orden en casa, asegurarse de que Ian toma sus medicinas y convencer a Debbie de que estar embarazada no es una idea tan buena. Lip sigue su tortuoso camino en la universidad y se plantea dedicarse a la enseñanza. Carl sale de prisión y vuelve a casa con nuevos problemas.

Debbie carga con una bolsa de harina todo el día a modo de barriga, dispuesta a demostrar a Fiona que tiene capacidad de sobra para criar un hijo. Pero pronto se da cuenta de que la vida no facilita mucho las cosas a las adolescentes embarazadas. Kev sigue lidiando con los problemas de sus vecinos.

Fiona se enfrenta a Patrick por la nota de desahucio, pero su única opción está en conseguir una hipoteca del banco y ofrecer la casa en una subasta. Ian cocina unas galletas para los bomberos en señal de agradecimiento y descubre que fue salvado por el turno de bomberos gays.

Mientras Frank ayuda a Erica como "conserje del cáncer". Debbie trabaja para que Tyler encuentre en ella un apoyo y de paso asegurarse la habitación en su casa que Frank está tan dispuesto a obtener. Lip se enfrenta a una visita de Amanda y el huracán de consecuencias que desata tras ella.

Fiona aprovecha una nueva oportunidad de recuperar la casa. Todavía afrontando las consecuencias de su escándalo con la profesora, Lip es convocado ante un comité disciplinario, pero la reacción de Helene no es lo que él esperaba. La relación de Ian con Caleb, el bombero, se vuelve algo más seria.

Carl lidia con la ausencia de su colega Nick convirtiendo la casa Gallagher en su propia choza, pero Fiona no está dispuesta a dejar la casa en sus manos y las de Frank y Queenie. Debbie decide volver cuando Erica y Tyler deciden que ya no la necesitan.

Ahora que viven juntos, Fiona intenta llevarse bien con Will, el hijo de Sean. Carl intenta zanjar su relación con Lamar y encuentra un aliado inesperado en Sean. Debbie conoce a un hombre prometedor. Lip busca solución a un inesperado problema de erección.

Fiona intenta arreglar las cosas con Sean después del incidente con la pistola de Carl, mientras busca el anillo de compromiso de Gus, que se lo ha pedido en son de paz. Debbie se va con Queenie a una comuna hippie y Frank huye con ellas.

Sean se muda oficialmente a la casa de los Gallagher mientras Fiona, en su intento por hacer las cosas bien en su matrimonio por una vez, organiza una boda tradicional. A Kev no le convence el plan de V y Svetlana, así que busca una alternativa.

En un esfuerzo por formar parte de la boda, Frank se ofrece a pagar los preparativos, pero Sean está preocupado por que vuelva a hacer daño a Fiona, así que se enfrenta a él. Debbie experimenta sus primeros días como madre, mientras Ian hace lo propio en su nuevo trabajo. Lip no termina de encajar la relación con su tutor.

Es el día de la boda y todo son encuentros: Debbie aparece con Franny en la iglesia, Ian lleva a Caleb y Frank decide autoinvitarse, borracho, acusando a Sean de seguir siendo un yonqui.