Un oficial se convierte en sospechoso cuando una camioneta explota durante un festival callejero en Chicago; Burgess, que ayudó con el entrenamiento del oficial, está desesperado por probar su inocencia.

La investigación policial del asesinato de un inmigrante ilegal se topa con una dura dificultad: el estereotipo que los inmigrantes ilegales de la ciudad tienen sobre los policías.

La investigación sobre un homicidio relacionado con las drogas se ve obstaculizada por la cultura del no delatar a la gente del barrio; a Upton se le pregunta sobre el duro incidente de Ruzek con un sospechoso.

Una estafa relacionada con un laboratorio de producción de metanfetamina escondía un negocio de venta de niños que fueron adoptados en el extranjero. Atwater no sabe si mudarse o no a un barrio más seguro, para garantizar el bienestar de sus hijos.

Una familia en apariencia perfecta es asesinada en su propio hogar, y la policía investiga una pista que los conduce hacia un narcotraficante. Voight pide al sargento Sean McGrady ayuda.

Halstead va encubierto para evitar que un exequipo militar mate a un niño inocente secuestrado.

Cuando uno de los amigos de Voight es encontrado desmayado en una habitación de hotel, junto a una ucraniana muerta, el departamento de inteligencia descubre que el crimen está conectado con un pinchazo y el novio de Burgess.

La muerte de la hija del juez Tommy Wells hace que el equipo de inteligencia investigue una fábrica de pastillas de Chicago y al médico que la habilitó; Voight descubre quién ha estado filtrando información.

Halstead se ve implicado en un homicidio relacionado con el tráfico de drogas, lo que le obliga a elegir entre su lealtad al departamento y a Camila, su novia.

Burgess trabaja con su primer informante criminal para rastrear a un proxeneta despiadado con el objetivo de romper su red de prostitución.

Cuando Atwater desaparece en la casa de un delincuente convicto, la unidad de inteligencia se moviliza para rescatarlo antes de que sea demasiado tarde.

El equipo colabora con un detective para intentar poner fin a las prácticas brutales que ejerce una pandilla callejera, pero Antonio descubre que el detective les oculta el verdadero motivo por el que ha viajado a Chicago.

Una estrella de baloncesto es hallada muerta y la investigación se realiza en terrenos políticos. Brianna, la hija de Woods, se ve involucrada en el caso.

Inteligencia rastrea a un vengador que mata violadores; Burgess se pregunta si los hombres que atacaron a su hermana realmente pagaron por sus acciones.

Alguien está enviando explosivos a representantes de los medios de comunicación. El equipo pide ayuda para examinar los objetos y evitar un nuevo atentado.

La policía investiga el asesinato de un concejal que se había hecho popular debido a su esfuerzo por rehabilitar las áreas degradadas de la ciudad. Mientras tanto, Olinsky se siente angustiado porque Woods le ha dado un ultimátum.

Upton retoma una identidad encubierta para derribar una red de metanfetaminas dirigida por un ex contacto penal; Voight se cobra un favor con Olinsky cuando aumenta la presión ejercida por Woods.

Una serie de robos a lugares de almacenamiento de drogas conduce a un individuo insospechado.

Luego de que Voight es testigo del secuestro de una joven con una misteriosa conexión con su pasado, la unidad de inteligencia trabaja para encontrar la conexión entre el secuestro y varios robos de bancos.

Halstead y Atwater trabajan de incógnito para impedir que armas de categoría militar lleguen a las calles.

Aumentan las tensiones cuando la unidad de inteligencia busca hacer justicia por Olinsky luego de que lo apuñalan en la prisión.