Ban busca a Meliodas en el purgatorio. King, Derieri y los demás ponen rumbo a un teatro celestial para rescatar a Elizabeth, que ha sido secuestrada por Estarossa.

Ban y Meliodas, juntos una vez más, sospechan que el rey Demonio tiene la clave para que puedan escapar del purgatorio y se disponen a enfrentarse a él.

Con Wild ahora como aliado, Meliodas saca a la luz el trágico pasado de Zeldris mientras el nuevo trío sigue su camino hacia el Rey Demonio.

Meliodas lidia con la repentina pérdida de sus recuerdos de Estarossa. Zeldris, Chandler y Cusack amenazan con subyugar a Merlín y los demás.

Gowther revela que su creador, el verdadero Gowther, lanzó un hechizo prohibido sobre Mael y todos los que le conocían para poner fin a la Guerra Santa hace 3000 años.

Gowther se enfrenta a Mael para proteger a sus amigos. Diane se une a la batalla, pero el nivel de poder del arcángel no para de crecer mientras adopta su forma final.

Mael cambia de forma tras asimilar cuatro de los mandamientos. Pronto King consigue desestabilizarlo con su lanza espiritual, pero Gowther trata de salvar al arcángel.

Antes de poder escapar del purgatorio y poner rumbo al mundo de los vivos, Meliodas y los demás deben derrotar al Rey Demonio.

Chandler y Cusack se fusionan para crear al todopoderoso Demonio Primordial. Merlín pierde la esperanza de ganar, pero pronto Mael y King acuden en su ayuda.

Mientras Meliodas asimila cada uno de los diez mandamientos, Merlín lanza un conjuro prohibido para impedir el surgimiento del nuevo Rey Demonio.

El conjuro de Merlín frustra la transformación de Meliodas. La Guerra Santa parece hacer acabado, pero Elizabeth siente que todavía hay algo que no encaja.

Ban se enfrenta al Rey Demonio, que se ha hecho con el cuerpo de Meliodas, mientras escapa del purgatorio. Elizabeth y los demás se abren paso hacia el mundo espiritual.

La paz vuelve al Reino de Liones. Aunque Elizabeth todavía está bajo una maldición, Meliodas le asegura que hay una forma de romperla.

Ahora que Meliodas es el Rey Demonio, no puede permanecer en la tierra. Aunque sus amigos reconocen su destino, no pueden aceptarlo.

Merlín rescata a Elizabeth, quien apenas evade una roca que cae en su camino al Reino de los Demonios con Meliodas. Los pecados se dan cuenta de que el Rey Demonio está vivo.

Elizabeth y Meliodas se enfrentan al Rey Demonio, que ahora posee el cuerpo de Zeldris. Mientras tanto, los Pecados chocan con una bestia convocada por el Rey Demonio.

Con la ayuda de Escanor, Meliodas y Gowther llegan al mundo de los espíritus, donde pretenden dividir al Rey Demonio y Zeldris en sus propios cuerpos.

Escanor convierte toda su energía vital en magia para derrotar al Rey Demonio. Meliodas le ruega a su camarada que se detenga, pero Escanor se niega a escuchar.

Zeldris y los Sins acorralan al Rey Demonio en ambos reinos, pero el Rey se separa del cuerpo de su hijo y posee a Britannia como su nuevo recipiente.

La larga Guerra Santa llega a un final dramático. La paz vuelve al Reino de Britannia una vez más, pero una nueva amenaza se cierne en el horizonte.

Los Pecados están conmocionados por el engaño de larga data de Merlín. Mientras tanto, Merlín declara que Arthur ha sido reconocido como el Rey del Caos.

Cath, una bestia feroz en su verdadera forma, ataca al Arthur que ha vuelto a despertar. Ahora separada de los Pecados, Merlín intenta enfrentarse al monstruo ella misma.

La batalla de Arthur con Cath llega a una conclusión épica. Los Siete Pecados Capitales toman caminos separados mientras la paz regresa al mundo una vez más.