Mientras Bell recorre el piso 19 se encuentra con una chica. Aunque en realidad no es una chica, sino un monstruo que tiene la capacidad de hablar.

No hay forma posible de obtener más información sobre Wiene, así que Bell regresará al piso 19 para ver si consigue encontrar alguna pista nueva.

El gremio obliga a la familia Hestia a acudir al piso 20 del calabozo para que hagan algo que no dejan muy claro. ¿Para qué tendrán que ir allí?

Tras una larga conversación entre los Xenos y Bell y compañía, los humanos empiezan a entender un poco el porqué de las acciones de este grupo de monstruos.

Tras la matanza ocurrida, dentro de los Xenos se produce una divión y una fuerte discusión que supone una amenaza para mucha gente.

Los Xenos están atacando y matando indiscriminadamente, pero Bell intentará detenerlos de algún modo. Aunque ni siquiera Rido quiere escuchar a Bell.

Dix le cuenta a Bell cuál es la razón por la que están matando a todos los monstruos. Y si eso fuera poco, le muestra lo que piensa hacerle a Wiene.

Wiene está descontrolada y va destruyéndolo todo a su paso, pero pese a todo, Bell sigue insistiendo en que puede salvarla.

Lo ocurrido en la ciudad con los Xenos y la actitud de Bell al respecto ha provocado que todo el mundo lo trate como un marginado al que desprecian.

Comienza el plan de distracción de Bell y compañía. ¿Conseguirán engañarlos a todos y ayudar a los Xenos?

Bell sigue ayudando a Wiene a escapar, pero Aiz se cruza en su camino y se enfrenta a ambos.

Los Xenos se disponen a volver a su hogar, pero alguien parece tener otros planes para ellos.