Berto Romero y Andreu Buenafuente vuelven a Nadie Sabe Nada de la Cadena SER después de sus vacaciones. ¿Habrán improvisado durante el verano para no perder facultades o se habrán dedicado a leer guiones como un par de vagos? Y los oyentes ¿habrán enviado preguntas interesantes? A esta cuestión no tenemos respuesta todavía porque Andreu y Berto, al contrario que muchos políticos, no han metido la mano en la caja. ¿Cómo será un Nadie Sabe Nada sin sacar una sola pregunta de la urna? Escúchalo y verás… O míralo y escucharás.

En el primer NADIE SABE NADA de la temporada Berto Romero y Andreu Buenafuente no sacaron ni una pregunta de la urna, pero en éste se quitan la espinita y comprueban que los oyentes no han perdido el flow. Preguntazas como ¿porqué algunas naranjas llevan papel y otras no? ¿porqué han desaparecido los bares hawaianos? ¿porqué todos los músicos dicen que su último disco es el más personal? Y si las preguntas te parecen ingeniosas espera a escuchar las respuestas. Aunque el verdadero protagonista del programa de hoy no es Berto ni Andreu. Es la nueva voz en off de Nadie sabe nada. Sólo tienes que dar al play y escucharla.

Berto Romero empieza el programa solo en el estudio, demostrando sus dotes como cantante, y ya veremos cómo acaba la cosa. Pero ¿por qué no aparece Andreu? ¿Hace gala de su impuntualidad? ¿Algo que ver con la relación de "Nadie Sabe Nada" y la urna?

Pasen, vean y escuchen la oda a la apología de la ignorancia.

Andreu llega antes de la hora en que la grabación debería empezar. Berto llega dos minutos antes de esa hora. Andreu le espera con una cámara para inmortalizar la "impuntualidad" de Berto. ¿Estamos ante un enfrentamiento puntual?

En cualquier caso, Andreu ha regresado a la vida. Tras dos semanas convaleciente, explica los motivos y qué enfermedad ha padecido. Ha estado con muchas fiebres y ha aprovechado para escribir durante esos estados en los que la mente no está clara.

A todo esto, Buenafuente se está dejando bigote.

¿Andreu otra vez llegando tarde? ¡Esto no puede ser María Teresa! Berto decide incorporar a alguien que le sustituya pero no acaba de funcionar. Hay que ir a buscarle, parar el programa y salir a la calle y ¡aleluya! esto repercute en un contenido extra en video y que en la Cadena SER no pudo escucharse el día de su emisión.

En esta ocasión, Andreu Buenafuente… o mejor dicho, el Padre Buenafuente, coge las riendas del inicio de “Nadie Sabe Nada”, intenta redimirse de todos sus actos de impuntualidad y espera que Berto Romero confiese todas sus acciones pecaminosas. A todo ello, sale a relucir el tema de las ranas y los sapos que rodean la casa de Andreu. ¿Dónde han ido a parar? ¿Qué ocurrido en todo este tiempo con los anfibios ruidosos? La respuesta es como siempre la misma: nadie sabe nada.

Entre el F.I. (Falso Inicio), el F.F. (Falso Final) y el F.I. (Falso Intermedio) * que un día acabará cayendo, cada vez habrá menos "Nadie Sabe Nada". En fin, hay que aprovechar todo el pavo por poco que haya. En cualquier caso, Andreu y Berto, siguen fieles en sembrar la ignorancia desde las ondas de la Cadena SER a todos aquellos que les escuchen. Ejemplo de Andreu: si las escaleras se han hecho de peldaño en peldaño, es muy tonto subirlas de dos en dos. Ejemplo de Berto: en su Cardona natal, comprobó que arrancándole las ancas a las ranas, morían y quedaban estériles.

La civilización se ha construido a base de hacerse preguntas, por suerte no son las que tratamos en NADIE SABE NADA de la Cadena SER con Andreu Buenafuente y Berto Romero. ¿Qué clase de avance puede aportar a la humanidad preguntarse en qué videojuego te gustaría vivir? O ¿porqué miramos al otro conductor cuando le adelantamos? A veces preguntarse ciertas cosas no hace avanzar mucho al género humano, pero nos hace reír. Bienvenidos a NADIE SABE NADA.​

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El reconocido experto internacional y eminencia del fruto seco, Berto Romero, ha descubierto un nuevo manjar que desbanca a su amado y elogiado anacardo. Por su parte, Andreu Buenafuente, experto en cocinar pulpo, no entiende como el erudito en frutos secos no utiliza pimentón dulce cuando elabora al octópodo.

Andreu tiene la teoría de que las preguntas que les tocan a cada uno son temáticas: a él las trascendentales y a Berto las de bebés. Claro que también opina que James Cameron se chifló después de 'Titanic' o que una buena frase para cincelar es «Fuimos lo que somos y no seríamos de no haber sido». Suerte que tenemos a Berto para dar cordura a "Nadie Sabe Nada". Bueno... tampoco.

Aquí llega Nadie sabe Nada, un programa en el que Berto Romero y Andreu Buenafuente no tienen más remedio que ser ellos mismos todo el rato. Hoy Andreu está un poco cansado. Y es normal porque no es fácil responder a preguntas como ¿los cíclopes pestañean o guiñan?, como tampoco es fácil reaccionar cuando tu hija de cuatro años te pregunta si se pone pantalones de manga larga o de manga corta. Menos mal que Andreu y Berto tienen mundos imaginarios en su cabeza donde todo les cuadra. Dale al play si quieres descubrirlos.

Lo de Andreu Buenafuente no tiene límites. En un afán por la innovación, en este "Nadie Sabe Nada" inventa la televisión: la unión de imagen y sonido. Pero claro, no es el único que tiene los dos pies en la infancia.

Primer Nadie Sabe Nada de 2018 y esto sigue igual... apostando fuerte por la ignorancia y simulando saber de todo, como cualquier tertuliano de radio o televisión. En este programa, Andreu Buenafuente mantiene una regularidad pero Berto Romero, empieza de subidón y acaba un poco descompuesto.

Andreu Buenafuente confiesa un trauma y una ilusión: no puede operarse la vista y le gustaría tener el físico de The Rock. A Berto Romero le preocupa la infestación de piojos que sufren en su casa o la visión de Christopher Lambert. Sea como sea, estamos ante un Nadie Sabe Nada de obligada escucha... y visionado.

En este 'Nadie Sabe Nada', Andreu y Berto dan un giro inesperado a su ignorancia más absoluta y se destapan como infalibles expertos en ciencia. Nervios ópticos, líquidos y ceras calientes, malabarismos microfoniles... nada se resiste a este par cuando deciden hacer 'divulgazón de cienza'.

Andreu Buenafuente está híper creativo, tal y como dice Berto Romero: "Eres el Ferran Adrià de la radio pero vocalizando mejor". En este 'Nadie Sabe Nada' inventa el cubismo radiofónico, cree estar en un fotomatón y confunde las especialidades médicas... de ahí que acabe pidiendo un dermatólogo de pelo.

¿Se disfrazarán Berto Romero y Andreu Buenafuente para el Nadie Sabe Nada de carnaval? Venga, esa pregunta la respondemos ya: nooo. Disipada la duda vamos con preguntas más interesantes. ¿Si el pelo son células muertas, un champú revitalizante no lo convertiría en pelo zombie? Ya ha pasado Navidad y podemos decirlo abiertamente ¿dónde está el límite entre la decoración navideña y las luces de un club de carretera? ¿De dónde vienen las monedas de un céntimo que nos encontramos por la calle? Y por el mismo precio escucharemos una nueva sintonía, Andreu y Berto explicarán anécdotas madrileñas, Berto insultará a la mujer de Andreu y le tocarán el pelo a una chica del público... ¿Quién quiere disfraces ahora? Y es más... ¿qué diantres pasa últimamente con el pelo?

En este Nadie sabe Nada conocemos a un nuevo personaje, a quien Berto bautiza como Ricky, que aparece al principio del programa pero desaparece a los pocos minutos. ¿Volverá algún día? A partir de ahí se suceden las preguntas de los oyentes como ¿por qué se tapona una sola fosa nasal cuando se está constipado? ¿qué hacéis con la sensación de vacío que queda después de terminar una serie? o ¿por qué es más fácil beber 8 vasos de cerveza que 8 vasos de agua? Muy bien todo, muy bonito, pero la gran pregunta de este programa la hace Andreu: ¿quién lleva la evolución?

¡Bienvenidos a Nadie sabe Nada desde el Teatro Lara de Madrid! Este es el primer programa en el que Andreu Buenafuente, Berto Romero y la improvisación salen de los estudios de la Cadena SER para afincarse en el gran Teatro Lara. ¿Impresiona, verdad? 200 personas de público arropan la ignorancia segura que destila el programa. Pasen y vean, empieza el espectáculo.

Berto Romero no es un voice recorder y eso, en este nuevo Nadie sabe Nada queda patente. Un ejemplo de voice recorder es Andreu Buenafuente. El voice recorder puede dirigir un programa de radio: sus inflexiones de voz hacen que suban y bajen las sintonías, que entre la publicidad o se dispare una canción musical. También, y gracias al reconocimiento de manos de la Cadena SER, todas estas funciones se pueden ordenar con gestos perceptibles desde control de emisión. Pero Berto, no. Berto Romero deberá volver a ser reconocido como voice recorder si quiere pintar algo en Nadie sabe Nada.

Aunque no te lo creas, Andreu y Berto saben lo que es un gimnasio, y no solo eso, han estado en algunos. En esta edición de Nadie Sabe Nada escucharemos sus vivencias en esos templos de culto al cuerpo. Ahora el programa se hace desde un teatro (este es el primer programa desde la Sala Lola Membrives del Teatro Lara de Madrid) y en esta ocasión Berto y Andreu aceptarán un reto que les empuja hacia una nueva y sorprendente forma de responder a las preguntas. Y por si esto fuera poco hoy estrenamos la sección Confesiones extremas. ¿Te estalla la cabeza? Pues dale a reproducir.

Estimadas personas cárnicas, estáis apunto de entrar en una dimensión desconocida: viajaremos al interior inexplorado hasta ahora del Teatro Lara de Madrid, bajaremos a sus catacumbas; nos rascaremos cual osos grizzlies en una de sus columnas; saldremos a la calle en plena lluvia de jabón y suavizante de una colada tendida; y alguien a quien no entenderemos nos contará lo que pasaba cuando llamabas al 666. Todo muy raro... pero ¿en los Nadie Sabe Nada de Andreu Buenafuente y Berto Romero hay algo que sea normal?

En el Nadie Sabe Nada de esta semana, Andreu Buenafuente aparece con uno de los instrumentos de su hija, una trompeta. A partir de ahí, todo lo que contemos que pasa durante el programa no estará a la altura de la realidad o queda eclipsado por el instrumento de viento.

Bienvenidos a este Nadie sabe Nada grabado pero que se emite en directo cada vez que te pones a mirarlo. Andreu y Berto proponen una nueva forma de visitar los museos, dan un repaso junto al público de los mejores y peores olores y descubrimos que una espinilla es lo mismo que un punto negro.

El inicio de este Nadie sabe Nada es un F.I. (falso inicio) pedido por una de nuestras oyentes que luego... bueno, mejor que lo escuches y/o lo veas. Luego, entramos en materia y entre trompetas, peladillas, tatuajes de Andreu y Berto y naides como unidad de medida temporal, se nos pasa la hora y ya nos hemos pulido otro más.

Desde la sala Lola Membrives del Teatro Lara de Madrid se inicia un nuevo Nadie sabe Nada sin Andreu y sin Berto. No están en la sala, están en la calle gritándole a alguien que, con una radial, ha rota la armonía de una mañana tranquila y húmeda. Testimonios de temas tratados da título a este episodio pero nace de una nueva sección en la que descubrimos cuántos tipos de cintas de caja de supermercados existen. ¡Increíble!

Berto Romero recuerda que Nadie Sabe Nada es un programa de improvisación, pero Andreu Buenafuente asegura que, pese a ello, «yo me preparo este programa». ¡Y vaya si se lo prepara! Aunque no todo, solo algo con lo que sorprendernos cada semana. Después de ver con lo que nos ha sorprendido hoy, le auguramos un puesto en algún bar en Benidorm cuando decida dar por terminada su carrera de showman.

Tras varias semanas obviando los F.I. -a estas alturas ya deberías saber que significan las iniciales- Berto y Andreu deciden volver a ponerlo en práctica. Una vez ya empezado el "Nadie Sabe Nada" la urna escupe una pregunta que les hace plantearse cómo podría mejorarse la forma de hacer el programa. Si dudarlo en ningún momento, Berto confiesa su ilusión: hacer el programa mientras por debajo le van comiendo los pellejos que le cuelgan.

Hacer ejercicio segrega serotonina y ésta, uno de los efectos que tiene, es hacernos sentir bien y felices. Pero ojo, generar serotonina engancha mucho y por eso los que hacen ejercicio regularmente, cuando dejan de hacerlo, tienen algo parecido al síndrome de abstinencia. Aquí no sabemos nada de todo eso. Se lo hemos oído explicar a Berto Romero en el 'Nadie Sabe Nada' de hoy poco antes de que Andreu Buenafuente le empuje a explicar su encuentro con David Bustamante.

Último programa de la temporada que se realiza desde la sala Lola Membrives del Teatro Lara de Madrid donde hemos estado la mar de bien. En este Nadie Sabe Nada, una vieja conocida de los últimos programas, la trompeta azul de plástico barato, vuelve a hacer acto de presencia. Un acto inexplicable sucede y... mejor escucharlo o verlo, no tiene desperdicio. Por otro lado, Andreu Buenafuente se da cuenta que no es bueno en todo y Berto Romero pasa un mal trago con alguien del público.

El 33 de esta quinta temporada es el regreso de Nadie sabe Nada a Ràdio Barcelona, al Estudio Toresky, a la fábrica de palets... pero no ha servido para dejar olvidada la trompeta azul de plástico barato en Madrid. Lo de los instrumentos de juguete ya es una tendencia entre los seguidores de Andreu Buenafuente y Berto Romero, Andreti y Ketama para El Langui, y ahora contamos con uno nuevo. Gracias al público por regalarnos cosas con las que Andreu puede jugar. Actualmente se le ve más feliz que nunca.

No queremos hacer un hype diciendo que estamos ante un Nadie Sabe Nada que contiene grandes momentos. Tan grandes y desternillantes que bien podrían colocarse en el top 10 de los mejores momentos de la quinta temporada.

El regreso a Barcelona de Andreu Buenafuente y Berto Romero les está sentando bien. No sé si será el feísmo del Estudio Toresky de Ràdio Barcelona o el clima o la proximidad del verano y la playa, pero están sembrados. ¿Es Antonio Anales, el bailaor que baila como el culo, el mito que hará sombra a Infinito de Córdoba? ¿Qué material fotográfico de Berto Romero tendrá Andreu en el ordenador que es tan peligroso? ¿Por qué Shazam no reconoce canciones a capella? Preguntas que necesitan una respuesta... seria.

La fiebre del videojuego del siglo llega hasta "Nadie Sabe Nada". La suerte que tenemos es que es breve y provoca una gran pregunta: ¿'Fortnite' son cuatro noches? No desvelaremos quién de los dos la suelta pero se puede intuir.

Andreu Buenafuente cumple lo que promete y nada más empezar el Nadie Sabe Nada nos da la última novedad del mundo sapo de su casa en el campo. Una vez empezado el programa, todo sigue más o menos su curso hasta que vuelve a salir la trompeta de loco de plástico barato y Berto Romero pierde un poco los papeles.

Penúltimo programa de la quinta temporada de Nadie Sabe Nada y esto se nota. Andreu Buenafuente y Berto Romero acaban emborrachándose de secciones hasta perder, no el conocimiento porque no tienen, sino el control. Entre este parkour de secciones y toda la energía que Berto pierde en defender que el cacahuete no es una legumbre sino un fruto seco, el programa parece no acabárseles nunca.

Se acabó lo que se daba en esta quinta temporada de Nadie Sabe Nada. Y se acabó por todo lo alto, desde Singlot Festival con el teatro Narcís Masferrer de Sant Feliu de Guíxols abarrotado. Berto Romero, por fin, trajo la gaita de juguete para Andreu y Buenafuente contraatacó con un instrumento digno de un gran final. Nadie Sabe Nada finaliza con 39 programas hilarantes y con poco desperdicio. ¡Feliz verano a todas las personas cárnicas que sábado a sábado se junta con nosotros durante una hora para pasarlo bien y reírnos de todo lo reible.