Torqye y el Balt-Rin están en un equilibrio crítico cuando el ministro del Imperio es asesinado en la frontera entre ambos países. El Balt-Rin acusa a Torqye y exige que envíen un representante que asuma la responsabilidad o lo considerarán un acto de guerra. El pajá Zaganos sabe que esto es una estratagema del imperio para invadir Torqye y propone un ataque preventivo contra ellos. El asesinato despierta suspicacias en Mahmut, que cree que ambas opciones deben evitarse.

Una rebelión estalla en la ciudadela de Hisar, en la primera provincia del Bajalato de Torqye. Se sospecha de un complot entre el valí Ibrahim y la tribu Araba. Mahmut niega que su amigo Ibrahim osara encabezar un levantamiento, mientras Zaganos ordena que se aplaste la revuelta de inmediato. Mahmut no está de acuerdo con el plan y, solo, se dirige a Hisar para descubrir la verdad.

Mahmut se infiltra en Hisar con Shara. Los ciudadanos de Hisar han sido capturados por la tribu Araba y el ejército privado de Louis, el Rod Orm. En un intento de rescatar a los ciudadanos y detener la rebelión, Mahmut se enfrenta al comandante del Rod Orm. Sin embargo, el comandante utiliza un rehén como escudo y Mahmut queda en desventaja. Solo Shara podrá darle la vuelta a la situación.

Mahmut pierde el título de bajá tras el incidente de Hisar. Consciente de sus propias limitaciones, promete hacerse digno del cargo. Mahmut visita su localidad natal y se encuentra con Suleyman, jefe de la red de espías Göz Kulak creada por Zaganos. Mahmut se sorprende al saber que Suleyman es de su mismo pueblo. Poco después, son atacados por el Rod Orm, que quiere destruir la red de espías.

Siguiendo el consejo de Suleyman, Mahmut decide descubrir el mundo. Su primera parada es Fénice, la ciudad del faro. Tras reunirse con el kulak Kiros los Apollodorus en el santuario del agua, un oficial da con Mahmut y lo lleva ante el magistrado Konstantinos, y descubre que el Balt-Rin ha pedido a Fénice que ceda una parte del puerto. Para tomar una decisión, se celebra una asamblea.

Es el décimoquinto día de la guerra entre Fénice y el Balt-Rin, y el punto muerto continúa. Fénice no puede ganar sin el apoyo de su aliada, la República de Venedik. Consciente de ello, Mahmut busca la ayuda de Kiros los Apollodorus y decide poner rumbo a Venedik. Mientras tanto, incapaz de cruzar la gran muralla de Fénice, aparece una embarcación que ondea una bandera blanca.

Mahmut y compañía interceptan el barco imperial infiltrado en el puerto. Sin embargo, se trata de una trampa para ocultar a las tropas que avanzan desde los acantilados de cristal. Tras permitir la invasión de Lelederik y su unidad, Fénice se rinde ante el imperio del Balt-Rin. Después de escapar de Fénice, Mahmut y Kiros los Apollodorus se encuentran con la armada de Venedik frente a la costa.

Tras llegar a la República de Venedik gracias al capitán Brega, Mahmut se reúne con el dux Lucio, a quien pregunta por los motivos de su traición a su alianza con Fénice. Sin embargo, Lucio responde que Venedik no ha infringido las condiciones de esta alianza. Mahmut sale en búsqueda de un kulak para saber más sobre Venedik, pero Abiriga le informa de que allí no vive ningún kulak.

El Bajalato de Torqye propone un Birlik Torqye unificado para prepararse contra una invasión del Imperio del Balt-Rin, pero las otras cuatro naciones lo rechazan. Mientras, Mahmut está en el pueblo portuario de Liman del Sultanato de Muzrak y visita su santuario del agua para reunir información, pero, al llegar, está cerrado. Abiriga informa a Mahmut de que hay hombres armados en el santuario.

Mahmut y los demás están apresados en el Palacio Carmesí de Balaban. Aunque intentan detenerlos varias veces, consiguen escapar. Sin embargo, los Rod Orm les están esperando fuera. Mahmut consigue repeler el ataque de los Rod Orm, pero la caballería Muzrak se acerca. Tratan desesperadamente de escapar, pero pronto aceptan su sino cuando...

Mahmut organiza un plan para asesinar a los sultanes cuando se reúnan para la boda de Orhan, el príncipe del Sultanato Kuluch. El plan llega a Torqye, que manda al bajá Saluja a representar a los Trece Bajás en su nombre. No obstante, aunque no lo saben, Saluja es fiel a los cuatro sultanes y le cuenta el plan a Balaban.

El Consejo pide a Mahmut que mantenga ocupados a los ejércitos de Muzrak, Buchak y Balta en Kuluch para darle tiempo al principal ejército de Torqye a marchar a las capitales de los tres sultanatos y controlarlos. Las numerosas fuerzas de los ejércitos unidos de los sultanatos se acercan a Kuluch sin esperanzas de refuerzos de Torqye. Ante esta situación crítica, Mahmut pone en marcha cierto plan.

Siguiendo el plan de Mahmut de usar el terreno en su beneficio, las fuerzas de Kuluch separaron con éxito a Balaban de un ejército combinado de los tres sultanatos. Tras agotarse su paciencia, Uzun decidió atacar al ejército de Kuluch sin Balaban. Muy superados en número, las fuerzas de Kuluch son repelidas cuando la caballería vestida de dorado dirigida por Aishe carga contra la ciudad.

Tras recuperar el título de bajá, Mahmut se convierte también en ministro de asuntos exteriores. Para atacar al Balt-Rin económicamente, Mahmut y su equipo se dirigen a Aryiros. Pero las negociaciones fallan ya que el mercader jefe no desea tomar partido por Torqye. Poco después, Mahmut conoce a Niki, una chica que ha heredado la licencia comercial de su padre y le hace una proposición.

Mahmut usó el negocio que inició en Aryiros para desencadenar una serie de eventos para poner a Venedik contra el Balt-Rin. Para aumentar el número de naciones contra el Imperio, Mahmut y su equipo se dirigen a Regatul Urado que lleva incomunicado 400 años. Sin embargo, el rey Zsigmond III está orgulloso de la independencia de su nación y le dice a Mahmut que no conseguirá su objetivo aquí.

Mahmut había negociado con éxito una alianza con Regatul Urado. Mientras, los problemas se estaban tramando en Venedik. La República de Rizolani rompió la regla no escrita de Centro de ignorar los ataques piratas contra el Imperio. Receloso, el dux Lucio de Venedik envía a Brega a Rizolani para decidir sobre su propuesta.

La invasión del Ducado de Scoglio por el Impero del Balt-Rin ha iniciado la Gran Guerra de Rumeriana. Torqye ha decidido enviar una fuerza expedicionaria por tierra para evitar que el Imperio invada las naciones de Centro del Oeste. Por eso, Mahmut se ha propuesto negociar con estados menores de Cuore di Rumeriana para que permitan al ejército de Troqye pasar por sus tierras.

Los líderes de las 34 ciudades-estado de Cuore di Rumeriana dirigidas por Caterina, la gonfaloniera de Fiore, establecen la Alianza de Cuore, una soberanía fundada para mantener una posición neutral, y por lo tanto, denegar el permiso de entrada en su territorio al ejército de Toqye. Sin embargo, la situación cambia rápidamente cuando les llegan noticias de la caída del ducado de Scoglio.

Tras recibir permiso de Cuore di Rumeriana y después de Ciudad Tauro para pasar a través de su territorio, Mahmut reúne el apoyo de las naciones vecinas y llega a la República de Chielo, la entrada a Centro del Oeste. Ahí, Mahmut conoce al jefe de Estado de Chielo, el director Carbajal, y a su secretaria Casandra.

El Ejército Imperial dirigido por Pino que derrotó al Ejército de Torqye dirigido por Halil, roba las provisiones y continúa el asedio de Chielo. Mientras el punto muerto continúa en Chielo, la comida se agota, los refuerzos de Venedik no llegan y el descontento de los ciudadanos aumenta. Para romper el punto muerto, Mahmut escapa de Chielo e intenta atacar al Ejército Imperial con Kurt y Ahmed.

La formación acuática en la cuenca de Murmullo durante la noche de la marea de primavera fue anticipada por Kokoschka cuando ideó las tácticas de asedio al Ejército de Torqye. Pero Mahmut adivina el plan y les tiende una emboscada con las fuerzas de El Toro y Espada, que se unieron a la Alianza contra el Imperio. Tienen éxito al rodear a los Imperialistas lo que comienza la batalla decisiva.

La Alianza contra el Imperio gana ventaja gracias al plan de Mahmut. Sin embargo, el Ejército Imperial de Pino abandona el campo de batalla con la vista puesta en Espada para contraatacar. Mientras, Kiros y los otros que están en Chielo creen en la victoria de Mahmut, y sigue la búsqueda del director Carbajal que ha sido capturado por agitadores que buscan la rendición del Ejército Imperial.

Después de terminar la batalla contra el Ejército Imperial dirigido por Pino, Mahmut vuelve a Altu. En el Consejo organizado en Kuppe Altu, los pashas discuten las medidas ante futuros ataques del Imperio y la reconstrucción de Chielo después de la batalla. Mientras parece que Torqye y Balt-Rhein han llegado a un alto el fuego temporal, el mundo se prepara en silencio para la siguiente batalla.