Ha pasado más de un año ya desde los terribles sucesos que tuvieron lugar en el Colegio Gloria Fuertes, cuando una banda terrorista fue detenida tras intentar dinamitar la escuela; los motivos son todavía hoy una incógnita para todos. Sin embargo, una versión extraoficial aparece recogida en la famosa novela negra Receta de una muerte anunciada, escrita por un tal Lorenzo Mayo.

El barrio entero sigue aún conmocionado por la trágica muerte de Juani. Mientras la policía decide dar el caso por cerrado después de detener a su asistenta, Virginia investiga por su cuenta tratando de dar con el paradero de Ramón, convencida de que aún está vivo y con sed de venganza y a quien culpa del cruento asesinato.

Las chicas siguen la pista del viejo encargado del Ahorra Plus, una investigación que las lleva directas hasta la boca del lobo: la casa de Cándida, madre de Ramón, una mujer octogenaria, aparentemente encantadora y algo senil que esconde un oscuro secreto y acabará poniendo en peligro a nuestras protagonistas con el fin de proteger a su retoño.

Después de los terribles acontecimientos que se han producido en las últimas semanas, Mayte insta a las chicas a dejar atrás su labor como justicieras de barrio y poner punto y final a esa vida de delincuencia. Su prioridad es ahora centrarse en su trabajo al frente de la asociación de mujeres y ayudar a la gente dentro del marco de la legalidad.

Tras el revuelo provocado por su última misión, nuestras “Señoras del Hampa” disfrutan de su momento de fama sin ser conscientes de que se hallan ahora más que nunca en el punto de mira de Belinda Chamorro, quien, después de destapar a Virginia como una de las 4 justicieras enmascaradas de Carabanchel, decide chantajearla para averiguar así la identidad de las otras 3 integrantes de la banda.

Tras la dura confesión de Virginia y ya con el nombre de las cuatro enmascaradas en su poder, la célebre Belinda Chamorro está decidida a revelar al fin la identidad de las “Señoras del Hampa” y recuperar su codiciado trono mediático… pero antes necesitará de alguien que apoye su discurso de odio hacia las famosas justicieras de Carabanchel.

Vir se aleja cada vez más de las chicas mientras trata de lidiar con el peso de la culpa por haberlas delatado y aguarda desesperada a que Belinda se decida a destaparlas en su programa. Lo que no sabe es que la periodista tiene ahora un problema mayor del que ocuparse, pues Carmona ha movido hilos desde la cárcel y amenaza ahora con filtrar un gran escándalo de su pasado.

El negocio clandestino de traficantes de magdalenas pone a Asun y Remedios contra las cuerdas después de que un accidente culinario haga arder su caravana con toda su mercancía. Por esto Olivia, su nueva jefa, decide encerrarlas en un oscuro zulo subterráneo y obligarlas a trabajar en condiciones infrahumanas hasta saldar su deuda.

Mientras las chicas tratan de ocultar a Belinda secuestrada en el sótano de la asociación, Déborah (la hija de Begoña) se presenta de improviso con intención de expropiarles el local, ya que olvidaron renovar la licencia al no presentar en la Administración el famoso formulario 87-B. Pero Mayte no piensa rendirse… queda poco más de una hora para que venza el plazo.

Mayte, Lourdes, Amparo y Vicente consiguen salir con vida tras el trágico incendio que ha reducido la Asociación de Mujeres Begoña Cepeda a cenizas. Todos parecen sanos y salvos, pero… ¿¿Dónde puñetas están Anabel y Belinda?? No hay ni rastro de ellas y la policía asegura que dentro del local no había nadie más.

Durante este penúltimo capítulo de la temporada, volveremos de nuevo a la noche del incendio para descubrir finalmente qué fue de Anabel y Belinda tras el trágico incidente, quienes se escondieron en la furgoneta del asesino rumbo a su cabaña oculta en el bosque.

El ambiente en el barrio está más que caldeado tras la sonada detención de Mayte Soldevilla, Lourdes Sanguino y Amparo Peláez, las tres humildes madres del AMPA que confesaron ser las célebres enmascaradas de Carabanchel. Así pues, mientras un grupo de radicales exige su inmediata encarcelación, los simpatizantes de las justicieras de barrio se manifiestan en comisaría clamando por su libertad.