El mundo poético insular de Emily se estremece cuando Sue le presenta a Sam Bowles, un editor de un periódico con un gran interés en publicar mujeres.

Su participación en un concurso de repostería de Amherst le da a Emily una muestra de fama y celebridad, pero cuestiona los beneficios.

Dudando sobre si permitir que Sam publique su trabajo, Emily organiza una sesión de espiritismo en busca de orientación.

Después de un tiempo sin noticias de Sam, Emily comienza a sufrir un bloqueo creativo. Para redescubrir su inspiración, se adentra en el paisaje.

Cuando se entera de que Sam tenía previsto publicar su poema, Emily acepta ser su último descubrimiento mientras asiste a una de las veladas de Sue.

Convencida de que ha echado por tierra su oportunidad de publicar, Emily entra en una espiral depresiva. Su madre intenta ayudarla con un viaje al balneario.

Cuando por fin se publica su poema en el periódico de Sam, Emily descubre horrorizada que se ha vuelto invisible al mundo.

Para distraerse de los reveses de la vida, Austin organiza un té con pastas para sus antiguos compañeros de la universidad; sin embargo, el día queda empañado por un importante suceso político.

Mientras el pueblo entero asiste al bautizo del bebé de Jane, Emily lucha por que Sam le devuelva sus poemas.